El stock, el gran alidado del ecommerce

Un total de 85.000 y solo de origen español, esta es la cifra de tiendas online nacidas en el país, según los últimos datos aportados por Xopie  y el banco BBVA a través de su Equipo de Tecnologías Digitales y Omnicanal, otro dato que también destaca es que Prestashop sigue siendo la aplicación más usada en España, seguida por Magento a gran distancia.

Este nuevo escenario responde a las propias características del contexto actual, en el que el 98 % de las empresas ya dispone de conexión a banda ancha. Así lo concluye el estudio más reciente elaborado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la SI, según el cual además un 66 % de los individuos emplean ya internet como canal para encontrar información sobre bienes y servicios. En este panorama, las ecommerce destacan como un modelo de negocio asentado en el territorio nacional. Entre sus características, los expertos destacan la gestión que permiten de las mercancías.

En este sentido, el hecho de que vendamos por internet y no contemos con unas instalaciones físicas para la comercialización de los productos no implica la ausencia de estos artículos. Es decir, pese a que la venta se efectúa de modo virtual, el responsable de una tienda online ha de contar con un stock suficiente que permita responder a la demanda que generan los usuarios, no hay nada que dé más rabia a un cliente que comprar algo y que luego le llamen para decirle que no tienen o bien para decirle que se va retrasar el pedido, eso podría generar un malestar muy grande en los usuarios y haga que además de perder la venta perdamos al cliente para siempre.

Al respecto, los especialistas en este ámbito empresarial estiman que el hecho de no tener el volumen suficiente de productos puede derivar en una pérdida de la clientela. En términos prácticos, esto implica que si un posible consumidor accede a una tienda online con intención de comprar un determinado artículo que encuentra agotado probablemente busque un comercio distinto y no vuelva al primero nunca más, lo que os decíamos anteriormente.

Repercusiones de no tener stock

En consecuencia, las repercusiones monetarias de esta cuestión también afectan al comercio electrónico. De hecho, se acepta que el hecho de no contar con un stock suficiente deriva en pérdidas cuantitativamente importantes. Como acción de contraataque, los expertos llaman la atención sobre la necesidad de valorar el coste de almacenaje de los productos objeto de venta en una determinada tienda online. Y confirman: en muchos casos, las pérdidas asociadas a no disponer de stock son mayores al gasto que supondría conservarlo en unas instalaciones físicas.

Otra cosa sería que hiciéramos DropShipping, en ese sentido está claro que no necesitamos stock para vender a través de internet, y que todo el proceso de almacenaje se deriva a nuestro proveedor, por eso también es muy importante que nuestro proveedor no nos falle ya que originará el mismo problema y nuestros clientes se irán a otras tiendas…

En definitiva, el comercio electrónico plantea un formato comercial novedoso e inexistente hace solo unos años. A través de él, el consumidor puede adquirir prácticamente cualquier tipo de servicio o producto y desde cualquier lugar del mundo, escogiendo el modo de pago y el formato de entrega. Sin embargo, estas circunstancias no cambian uno de los principales procedimientos que desde siempre ha estado presente en las transacciones de compra y venta: la necesidad de controlar el stock para estar en posición de ofrecer al cliente lo que busca cuando apuesta por entrar en uno u otro comercio. En este caso, a través de una puerta digital.