Cuando hablamos de porcentaje de rebote o bounce rate nos referimos a la tasa de rebote en forma de porcentaje que indica la cantidad de usuarios que han abandonado nuestra página web sin navegar por ésta. Es cierto que tener un elevado número de visitas en nuestra web es bueno pero no hay que dejarse llevar únicamente por esta cifra sino que hay tener en cuenta otra clase de métricas. También es verdad que si tenemos este porcentaje alto, algo está pasando. Hoy vamos a ver cómo podemos disminuir ese porcentaje en nuestra tienda online.
Porcentaje de rebote, una métrica a tener en cuenta
Como decíamos, es una métrica que nos analiza la cantidad de usuarios que abandonan nuestra página web. Los usuarios no han interactuado con nuestro sitio, en función de cómo lo hayamos configurado en Google Analytics, el rebote será tenido en cuenta como tal o no, por ejemplo, entre 5 y 30 segundos podría considerarse como tasa de rebote.
Estos usuarios que abandonan nuestra web puede ser porque no encuentren interesante nuestro contenido o simplemente porque no es lo que buscaban por ejemplo, al introducir la búsqueda en Google, éste le ha devuelto como resultado nuestra tienda online y si no tenemos bien establecidas las palabras clave puede que no se ajuste al criterio de búsqueda y por tanto cierre la pestaña y continúe con su búsqueda pero nuestra tienda virtual quede en mal lugar.
Este tipo de acción se traduce en el nivel de satisfacción de los usuarios que entran en tu web y la calidad de las visitas que recibes. Como comentábamos, en función de cómo hayamos configurado la tasa de rebote y establecido los pertinentes objetivos, podremos o no considerarlo como tal. Por ejemplo, si tienes un blog o un periódico, el tiempo de permanencia del usuario será mayor y por tanto, si se queda navegando por tu web durante 5 minutos antes de abandonarla, no será considerado como rebote.
Tipos de tasa de rebote
No todo porcentaje vale. En función del objetivo y del tipo de web que tenemos, estableceremos un tiempo de permanencia mayor o menor. En una página web en la que requiere tiempo de lectura como blogs, 5 minutos se consideraría como objetivo cumplido como apuntábamos anteriormente. Si por el contrario tienes un ecommerce en el que un usuario no navega ni interactúa se considera como tasa de rebote. Estos son los porcentajes por el momento considerados como aceptables:
- Páginas corporativas: 15% – 30%
- Páginas de contenido (periódicos online, blogs, etc.): 40% – 60%
- Ecommerce: 20% – 40%
- Landing pages (formularios, solicitudes, contacto, inscripciones, etc.): 30% – 50%
Carritos abandonados en ecommerce
Hay que tener en cuenta los carritos abandonados en el comercio electrónico a la hora de analizar la tasa de rebote. A día de hoy, el porcentaje es bastante elevado (55% – 80% según un estudio realizado por Forrester Research &Shop.org y Rejoiner) y puede deberse a las siguientes causas:
- Registro obligatorio
- No dejar claro el precio final antes de llegar al proceso final
- Falta de confianza y seguridad
- Falta de información
- No hay suficiente claridad en el proceso de compra
- Demasiado datos requeridos
- No hay teléfono o medio de contacto
- No hay facilidad en las opciones de pago
Lo mejor, aunque parezca lógico y muchos negocios online no lo practican, es realizar una compra ficticia para ponerse en el lugar del cliente y sobre todo facilitarle todo el proceso de compra lo máximo posible. Al fin y al cabo, tener un ecommerce más usable.
Mejorar el porcentaje de rebote
Debemos investigar qué causas pueden provocar esta tasa de rebote indeseada. Los mayores factores se deben a la no usabilidad de una tienda online, dificultad de navegación y falta de confianza.
- Velocidad de carga. La página es lenta por lo que el usuario se cansa de esperar sobre todo si accede desde un dispositivo móvil. Una herramienta útil y gratuita para saber si tu página web es lenta es la de Page Speed Insights de Google.
- Mal diseño del ecommerce. El diseño web para ecommerce es muy importante a la hora de mejorar la experiencia de usuario. Un diseño claro, sencillo y organizado atrae mucho más. Por ejemplo, el uso excesivo de colores llamativos o ventanas emergentes provoca rechazo. Ni qué decir tiene a estas alturas que la web debe ser responsive y adecuada para todos los dispositivos.
- No usar las palabras clave adecuadas. El uso incorrecto de las keywords puede llevar a un mal posicionamiento y ser contraproducente ya que el usuario dará con nuestra web y si no es lo que buscaba, se marchará enfadado y la tasa de rebote aumentará.
- Contenido aburrido. Comprueba que todos los metadatos son correctos y que el contenido de tu página web es de calidad, atractivo y real. A la hora de comprar, esta parte es muy importante porque determinará todas las características e información necesaria de un producto por lo que facilitará el proceso de compra.
- Navegación compleja. Sencillez y claridad van de la mano en la arquitectura de una página web. Como siempre decimos, no le compliquemos la vida al cliente por lo que nuestra tienda online será lo más navegable posible.
- Imágenes de mala calidad. Al igual que el contenido, las imágenes deben ser de calidad y ser un fiel reflejo de la realidad. Si el contenido multimedia es penoso o ficticio, te llevarás un rapapolvo y las malas críticas correrán como la pólvora.
El objetivo es retener al usuario lo máximo posible y establecer una relación. Si solventas todos los problemas y minimizas al máximo los errores, ¡ganarás puntos!