En estos años, el crecimiento de las ventas online ha sido espectacular. Al calor de esto, muchos han decidido crear un e-commerce como una forma de aumentar sus ingresos, además de otro trabajo, o como fuente de ingresos principal. Esto es, principalmente, porque los comercios tradicionales no quieren vender a través de Internet. Pero, ¿por qué los profesionales que ya conocen los gustos del público, las mejores fechas para la venta o la forma de llegar a nuevos clientes se niegan a poner su tienda al alcance de todo el mundo?
Hay razones más o menos de peso, como es el proceso burocrático o desconocer la metodología de trabajo que supone expandir el negocio clásico a un negocio de comercio electrónico, pero otras veces se escudan en otras para evitar abrir su tienda online, es por ello que es fundamental apoyarse en una empresa de consultoría que ayude al pequeño comercio a comenzar su andadura por internet.
¿A quien no le gustaría duplicar sus ventas?
Algunos creen que no necesitan las ventas online, pero, ¿a qué empresario no le gustaría vender más? Salvo que se encuentren desbordados, porque tienen una alta demanda, un portal de venta electrónico supone la adquisición de nuevos clientes y dar a los que ya se tienen una nueva forma de poder adquirir los productos y conocer todas las novedades que van llegando a la empresa. Además, gracias al comercio online se obtienen datos de los clientes a los que es más difícil acceder de manera tradicional, como es el correo electrónico: gracias a ello se podrían crear campañas de email marketing para fidelizar y avisar de descuentos, promociones o cambios de temporada. Pero no solo el correo electrónico, si no un perfil completo de nuestro cliente tipo que en el negocio offline es muy dificil de conseguir, si el personal no está muy implicado o se lanzan tarjetas de fidelización, promos o otras acciones que hagan que tengamos que conseguir datos de nuestros clientes.
Otros piensan que sus clientes nunca comprarían online. Pero este es otro error, ya que las ventas a través de Internet se han duplicado desde 2010. Cada vez más personas eligen la comodidad de comprar desde su casa, de poder comparar entre miles de comercios y evitar tener que cargar con los productos, puesto que los reciben en su domicilio. Crear una plataforma de comercio electrónico es fundamental para que una tienda fije su presencia online y así crecer y desarrollarse.
También están los factores de tiempo y dinero. Si se contrata un buen equipo de trabajo interno, dejará la plataforma preparada para que el comerciante reciba los pedidos, los prepare y los envíe, sin tener que preocuparse por nada más que la gestión del stock. Si nuestra empresa es pequeña, por el contrario, si que os indicamos que lanzar un proyecto online actualmente es caro, es caro si queremos que comience a vender rápidamente, una vez tengamos la plataforma deberemos emplear muchas horas en captar clientes, en una buena estrategia de contenidos, en negociar con proveedores, en preparar fotografias, en SEO, aunque siempre se puede ir poco a poco, es mejor ir lentamente aunque solo sea a modo de catálogo mientras vamos cogiendo experiencia, que no tener nada de presencia en internet.
En cuanto al dinero, la gran oferta de empresas dedicadas a ello y los CMS gratuitos hacen mucho más asequible la inversión inicial.
Está claro que una tienda pequeña no podrá competir con Amazon, pero ¿no supondrá una nueva forma de adquirir clientes?